Introducción
Los comics en general no solo son un producto
cultural de consumo masivo para el
entretenimiento de los niños y jóvenes, sino que,
además, dan cuenta de las los signos, símbolos y
discursos que sirven de paquetes cognitivos en la
configuración de las representaciones sociales
que identifican a la sociedad contemporánea de
tipo consumista y occidental. Por estas razones,
han sido comunes los estudios
interdisciplinarios: semióticos, lingüísticos,
antropológicos y filosóficos sobre diversas tiras
cómicas, historietas, mangas y comics (de
Cabeza, & Cabeza, 2009), para revelar el
impacto de su estética, narrativa y contenido en
la realidad social.
El hombre murciélago o más comúnmente
Batman en un super héroe taciturno que desde su
creación por los estadounidenses Bob
Kane y Bill Finger en 1939, ha ido
evolucionando en forma y comportamiento con
arreglo a las especificidades de cada época en la
que le toca luchar contra el crimen, en la ficticia
Gotham City. No obstante, ontológicamente en
Batman hay ciertos atributos y narrativas que no
cambian y que, por lo tanto, definen su identidad
en esencia y existencia, tales como: su
desconfianza en el sistema policial, en el sistema
político y en la administración de justicia para
reprimir exitosamente a las personas y grupos
criminales, lo que configura en este personaje, un
posicionamiento filosófico en torno a la gestión
personalizada e individual del conflicto social, al
margen de las instituciones públicas propias del
orden establecido.
El objetivo del articulo consistió en efectuar una
relectura filosófica de la posición política e
ideológica de Batman. Definitivamente, como
uno de los personajes ficticios más icónicos y
héroes de cómic, el hombre murciélago ha
capturado la imaginación de millones de
personas en todo el mundo. Como actividades
contiguas al objetivo planteado, examinamos
también las capas intrincadas del mundo de
Batman, explorando la Liga de las Sombras.
Además, analizamos Gotham City como un
reflejo de los sesgos en los sistemas judiciales
actuales, arrojando luz sobre los fundamentos
ideológicos de Batman a través de las pistas
proporcionadas por Gordon. De igual modo,
discutimos la representación de Gotham City
como una metrópolis oscura y plagada de crimen,
así como las ideas provocadoras presentadas en
el libro 'Batman, El Héroe, sin olvidar la Trilogía
de Christopher Nolan' que desarrollar
cinematográficamente la ideología subyacente de
este enigmático personaje.
Marco teórico y literatura revisada
En este apartado se reseñan los diferentes
artículos científicos y monografías que, en líneas
generales, orientaron nuestra visión científica de
los superhéroes en general y del Batman en
particular, como una figura icónica y, por qué no,
hasta arquetípica, susceptible a un acercamiento
filosófico o sociológico que puede ser capaz de
revelar su verdeara significación política y
cultural. Con este propósito, que configura una
hermenéutica semiótica de los productos
culturales de entretenimiento para consumo
masivo, la obra de García (2020) fue de
importancia heurística crucial. Para este
sociólogo, el Caballero Oscuro o Batman es la
expresión por antonomasia de la figura heroica
que identifica a la industria cultural
estadounidense, en el que se sintetizan las ideas
y discursos de la heroicidad de la época clásica,
medieval y moderna, que responden en su ser y
hacer a los enemigos históricos del occidente
hegemónico y los Estados Unidos.
Por su parte, Coca (2020), en un análisis de un
conjunto de novelas graficas sobre Batman
supone que, este personaje está constituido en su
esencia e identidad por la impronta de referentes
filológicos propios de la tradición renacentista,
barroca y neobarroco, de modo que:
Todo ello podría recordar, en cierto modo, a
lo que había mostrado Nietzche cuando
defendía el espíritu libre como opción
humana contra aquello que nos ata. Es decir,
la presencia de elementos propios de la
concepción liberal de la primera modernidad.
En este sentido, el personaje de Bruce Wayne
parece ser el humano libre y, por tanto,
expresión de ese hombre libre nietzscheano
que, más tarde, denominó superhombre. Pero
esta idea es ilusoria. (Coca, 2020, p. 224)
Queda claro entonces que el Batman es un
personaje complejo y multifacético desarrollado
por sus autores en los comic, cine, video juegos
o novelas graficas por varias capas psicológicas
y filosóficas. Según el texto y contexto donde se
ubica, este super héroe puede simpatizar a su
modo con ideas liberales, anarquistas o
posmodernas. Y es que, si Coca (2020) tiene
razón al ser expresión del super hombre de
Nietzsche, el Hombre Murciélago tiene la
capacidad simbólica de rebasar la moral